Fe Baca desnuda su intimidad y la convierte en pop íntimo experimental con 'Gestos Remotos'
Fe Baca, la artista peruana esencial del nuevo pop vanguardista limeño, se alza desde una perspectiva particular: la de la no-pertenencia geográfica. Su nuevo disco, Gestos Remotos, evita anclarse en una tradición local específica. El álbum se establece como un estudio sobre el desarraigo consciente. La calma y la minuciosa introspección que definen su estilo se convierten en la herramienta para explorar espacios de memoria desdibujados. El álbum es, ante todo, un ejercicio de memoria sin fronteras.
El diseño del disco articula una tensión constante entre la materia prima y la ejecución. Su contenido lírico toca referencias concretas que se vinculan a sitios o momentos específicos. El sonido pop intimista empleado rehúye la calidez y la especificidad de esas geografías o contextos. La atmósfera digital, creada por la producción de Efrén Castillo, filtra y procesa la experiencia. La música logra recrear el recuerdo procesado de esos sitios, no el lugar en su estado puro.
Esta deslocalización es una decisión artística fundamental. La producción en Subtrama se apoya en capas ambientales gélidas, glitches y ritmos fragmentados. Este entorno sonoro se comporta un contenedor universal para las experiencias personales de Baca. El Art Pop se convierte en el mecanismo perfecto para este propósito, pues enfatiza que el trabajo aborda el sentimiento derivado del lugar, trascendiendo la ubicación física.
Al disolver el contexto geográfico, la emoción se vuelve más pura y accesible. La artista consigue que la lírica, que también aborda la crítica social ("Tabú") o el duelo, se sienta universal. La pulcritud y el control vocal de Fe Baca refuerzan esta sensación. La voz, lejos de ser un grito desesperado por pertenecer, se mantiene como una observadora neutral que narra experiencias sin requerir un punto de referencia fijo en el mapa.
Gestos Remotos es un logro de la madurez que consigue construir una geografía emocional propia. Fe Baca demuestra que la identidad artística en la vanguardia puede nacer de la síntesis y el filtro. Su valor reside en su valentía al rechazar el anclaje fácil. Es una obra que establece la necesidad de construir espacios internos complejos, y consolida a la artista como una fuerza que define su propio territorio Art Pop en Latinoamérica.
No hay comentarios.